¡Bienvenidos!

Bienvenidos y bienvenidas a nuestro blog acerca de los Cuentos Tradicionales y sus adaptaciones.

¡Esperamos que os guste y que sea de vuestro interés!

miércoles, 26 de marzo de 2008

Caperucita Roja


Érase una vez una niña con unas trencitas rubias y ojos azules a la que todo el mundo llamaba Caperucita Roja, porque siempre llevaba una capa roja con una capucha también colorada, que su Abuelita se la había hecho para su cumpleaños.


Caperucita vivía con su madre en una casita en el bosque. Un día Caperucita estaba jugando cuando su mamá la llamo:
- ¡Caperucita, Caperucita! Llévale a tu Abuelita que está malita esta cestita de mimbre con un queso, un pastel y una jarrita de miel. Pero no vayas por el camino de las flores ni hables con el Lobo Feroz.
- Sí, mamá ¡voy corriendo!


La casita de la Abuelita estaba al otro lado del bosque. Caperucita iba cogiendo flores por el bosque cuando, de repente, se le apareció el lobo.
- ¿Adónde vas Caperucita?
- Voy a casa de mi Abuelita que está malita en la cama, a llevarle esta cestita de mimbre con un queso, un pastel y una jarrita de miel.
- Si vas por el camino de las flores encontrarás las flores más bonitas del bosque para tu Abuelita -dijo el Lobo Feroz-.


Caperucita le dio las gracias y se fue por el camino de las flores que era el más largo, mientras el lobo cogía un atajo para llegar antes a casa de la Abuelita.
- ¡Toc, toc! -picó el lobo-.
- ¿Quién es? -dijo la abuelita-.
- Soy Caperucita, tu nietecita que te traigo esta cestita de mimbre con un queso, un pastel y una jarrita de miel.
- Pasa, pasa, hijita.


El lobo entró en la casa y se comió a la Abuelita de un solo bocado. Luego pensó que Caperucita podía ser un buen postre, así que se disfrazó con la ropa de la Abuelita y se metió en la cama.
Mientras tanto, la inocente Caperucita iba cantando y recogiendo flores por el camino. Cuando por fin, llegó a casa de su Abuelita y llamó a la puerta:
- ¡Toc, toc!
- ¿Quién es? -respondió el Lobo Feroz-.
- Soy Caperucita, tu nietecita, que te traigo una cestita de mimbre con un queso, un pastel y una jarrita de miel.
- Pasa, pasa, hijita. Te estaba esperando.
Caperucita entró y se acercó a la cama de su Abuelita:
- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes...!
- Son para oírte mejor, hijita.
- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes...!
- Son para verte mejor, hijita.
- Abuelita, abuelita, ¡qué boca tan grande tienes...!
- ¡Es para comerte mejor!


El lobo saltó de la cama y Caperucita gritó. Intentó escapar, pero el Lobo Feroz, agarrándola por el cuello, la dejó casi sin respiración. En ese momento un leñador que había oído los gritos de Caperucita, derribó la puerta de un hachazo, se acercó al lobo y con su gran hacha le abrió la barriga, sacando a la Abuelita que aún estaba viva.


Para celebrarlo, invitaron al leñador a merendar el queso, el pastel y la jarrita de miel.
Bueno, aquí os dejo el cuento de Caperucita, algo diferente al que a mí me contaron. Proximamente subiré una versión más actual.
Bye!

lunes, 24 de marzo de 2008

Bienvenidos



¡Os damos la bienvenida a nuestro blog! Somos el grupo a2, alumnas de Educación Infantil.

Nuestro blog, como dice el título, va de los cuentos tradicionales, a los que añadiremos las adaptaciones más actuales que encontremos de ellos, ya que todos los cuentos deben adaptarse a los nuevos tiempos.


Poco a poco iremos añadiendo cuentos, adaptaciones de los mismos, imágenes, vídeos, música, etc., todo lo que encontremos relacionado con este tema.

Esperamos que os guste y os ayude durante la carrera, como después de ella, en vuestra vida cotidiana.


¡Besos!